Violette Bule
Violette Bule es una artista conceptual que va más allá del registro documental, realzando lo fantástico dentro de la realidad, desplegando la sátira para dar una mirada crítica a los problemas sociales y examinar el poder estructural que da forma a la vida cotidiana. Al crear narrativas ficticias escenificadas en espacios urbanos, destaca la complejidad de temas como la migración, el encarcelamiento, la identidad, la justicia social y el nacionalismo. Produce esculturas y fotografías sociales y de nuevos medios, incorporando objetos comunes como espejos, pastillas de jabón y cubiertos. Está comprometida con el poder de la creación de imágenes para anclar recuerdos y confrontar al espectador con una realidad común. Basándose en sus experiencias como inmigrante en los Estados Unidos, Violette está interesada en ampliar el límite entre el arte y la vida para amplificar la vulnerabilidad como una forma potencial de empoderamiento.
IL: Violette, si tuvieras una pregunta para ti mismx, para empezar a platicar sobre tu propio trabajo, ¿cúal sería?
VB: Me preguntaría por qué hago lo que hago, es decir, por qué hacer el trabajo que hago y no otro. De donde viene el arrojo, la insistencia, la necesidad. A esta pregunta algunas veces le consigo respuesta, pero la mayoría de las veces prefiero responder a ello con un gesto físico, algo que me permita escapar de la propia pregunta, que sea el cuerpo lo que se haga cargo. Es una pregunta de cero a muchas respuestas.
IL: ¿Te acuerdas de algunos de esos gestos físicos?
VB: Dos maneras, una en la materialidad de la obra, por ejemplo, cuando comencé hacer El Helicoide, sabía que quería trabajar con madera sin tener idea sobre como comenzar, sabía que quería hacer la escultura, pero siguiendo la intuición, experimentando con diferentes materiales, con tiras de metal flexible, con madera, dibujando o apilando madera una sobre otra, eso tomaba mucho tiempo de acción física, crear un rompecabezas pesado no solo en su concepto, sino también en su volumen, en el poder que contiene la forma. La experimentación en mi obra es una combinación física y conceptual. La otra forma es caminar largos ratos, cansar el cuerpo con movimiento, literal físico.
IL: En el poder que contiene la forma, dices. El Helicoide, más que cárcel, es un espacio de tortura para presos políticos en Caracas, Venezuela que opera bajo el régimen de Nicolás Maduro. A través de un device, se puede escanear la escultura para descubrir videos sobre este lugar. ¿Cómo surgió la idea para esta pieza?
VB: Digamos que mi primera experimentación con tecnología fue con #Requiem200≤, una escultura que funciona con realidad aumentada, en ella se rinde homenaje y se conmemora la vida de más de 200 personas que murieron durante las protestas en Venezuela contra el Régimen de Nicolás Maduro. Sin distinción política esta pieza muestra los rostros de las víctimas de la represión entre los años 2014 al 2023 (se va actualizando.)
Ya puesto en práctica esta herramienta, quise crear una pieza que propusiera al espectador la oportunidad de develar información por si mismo al interactuar con estas obras. El Helicoide habla sobre los presos políticos en Venezuela quienes hoy habitan un edificio que es muestra del fracaso a ese sueño de modernización que solo funcionaba como fachada al despilfarro petrolero en algunos países de América Latina a finales de los años 50. Este Helicoide que yo hago está de cabeza, el espiral va de manera descendiente, la idea inicial de esta hazaña arquitectónica está invertida a lo que pretendía ser, un lugar de consumo y entretenimiento, que jamás llego a serlo, siendo hoy lugar de violaciones de derechos humanos.
La relación íntima con nuestro teléfono, con un device que nos muestra cosas y que solo nosotros controlamos, scroll up or down, fue la idea principal sobre la funcionalidad de estas obras, vincular la información con la intimidad del espectador en un momento en el cual es el usuario es quien descubre lo que hay en estas esculturas de manera memorable. Así que con la ayuda de un device que contiene una computadora, una cámara y una pantalla, el espectador puede escanear la superficie de la escultura para encontrar videos de la historia del Helicoide y su situación actual.
IL: ¿Qué papel juega la fotografía dentro de tu obra?
VB: Fundamental. Mirar como fotógrafa es el puctum de mis instalaciones.
IL: ¿Dirías que es un punto de partida?
VB: Si, es punto de partida y muchas veces el objeto final o parte esencial de mi investigación.
IL: Estaba viendo que tenemos varias cosas en común. Yo también soy una inmigrante aquí en Estados Unidos. De hecho esta decisión de emigrar, con todos las ventajas con las que he contado como tener papeles, ha sido dura. Qué te digo, ¿no?
VB: No es fácil, a pesar de ser un privilegio tener una visa; hay quienes viven la migración de manera más compleja que otros. La gente cruza ilegalmente porque no es posible optar por la visa, y el sistema de migración es obsoleto y disfuncional.
Por mi parte puedo decirte que ha sido difícil; sin embargo, he logrado utilizar esa precariedad como materia prima para mi trabajo.
IL: Compartimos también espacio en Soy de Tejas, una exposición curada por Rigoberto Luna a principios de este año, y me quedé pensando si para ti el “ser” significa algo, contextualiándolo con el título de esta exposición.¿Cómo la experiencia de emigrar podría cambiar el significado de esa palabra?
VB: A mí me pareció curioso el título de la exposición, y claro que me sentí halagada de ser considerada de Tejas. Pero la verdad es que soy de muchas partes también, y soy mucho más allá del territorio burocrático e institucional, reciclo la memoria con el aspecto patrimonial/tradicional de una región especifica, para mezclarlo, puesto que traigo conmigo mis experiencias y mi lenguaje que se reconfigura constantemente. No me gustan esos cercos de aquí y de allá, pero en esta exposición vi muchas posibilidades de ser de Tejas, sus atributos, luchas y contradicciones, eso me encantó, ser parte de una masa compleja que pica y se extiende.
IL: En la exposición “Day Jobs”, curada por Veronica Roberts para el Blanton Museum en Austin, Texas, se habló de los trabajos que tenemos que tomar les artistas fuera del mundo del arte para sobrevivir… En tu participación ahí nos compartes esta imagen maravillosa y una instalación de muchísimos tenedores que se llama Homage to Johnny, un trabajador indocumentado de un restaurante en Nueva York, que era explotado ganando $5 por hora y no recibía propinas por su estatus y por no saber inglés. ¿Me puedes platicar un poco de estos diálogos que haces entre las imágenes e instalaciones?
VB: La relación es que son crónicas, observaciones de mi entorno conjugado con la memoria, una especie de reciclaje de símbolos contenidos en la materialidad que dialogan entre sí y proponen al espectador ser parte de la conversación. Quiero que quien interactúe con mi trabajo forme parte de una experiencia tridimensional subjetiva, a veces invisible.
IL: La forma en la que has resuelto algunas ideas en tu trabajo fotográfico es creando puestas en escena de por ejemplo una mujer sosteniendo una metralleta con una mano, un algodón de azúcar con el otro y con un letrero de fondo que tiene de fondo la bandera de Estados Unidos dice: In guns we trust.
VB: Para esta foto, yo vivía muy cerca de Coney Island e iba mucho en bicicleta. Solo puse a la modelo, y cambié el logo de la franquicia de Hot Dogs por el título de la obra, todo lo demás está ahí dispuesto. El cotton candy, las papas fritas, la bandera, los hot dogs, la AK 47 y el sombrero son objetos que forman parte de la escena cotidiana de Coney Island, solo que esta vez yo los dispuse para ofrecer una narrativa política sobre el divertimento, el consumo, el frenesí, la violencia, la competencia, el dolor y como todo eso cabe en una sola oración.
IL: Ah, mira. Y ¿has usado Inteligencia Artificial?
VB: Hasta ahora nunca he usado AI para mi trabajo. No me veo utilizando esa herramienta, salvo para alguna investigación.
IL: ¿investigación sobre la misma Inteligencia Artificial?
VB: Quizás me interesé hablar de la marginalidad de la inteligencia artificial, sus errores y superficialidad. Ver cómo usuarios empujan las posibilidades de esta herramienta buscando respuestas o que alguien o algo más se ocupe como una constate auto-subestimación.
La tecnología siempre estará a favor de nuestro afán por lograr perfección o experimentación de nuestros propios límites, es en la inmediatez y el deseo de alcanzarlo todo rápidamente cuando siento que corremos el riesgo de perdernos en la mediocridad del medio. Sigo pensando que ante todo una postura crítica, incluso ante un algodón de azúcar.
IL: Ante todo. Muchas gracias Violette.